Alquiler de autobuses y minibuses Grandoure

El transporte escolar en autobus ,en España, es un medio de transporte muy seguro. Cada día, aproximadamente 17.000 autobuses y microbuses,  transportan a cerca de 230.000 alumnos a los centros escolares. Gracias al esfuerzo de administraciones públicas, empresas, trabajadores y padres el año 2.017 cerro con cero víctimas mortales. Todo un éxito para este tipo de transporte.

Pero desde Grandoure vemos importantes diferencias entre las distintas legislaciones que, si se corrigieran, darían un plus de seguridad al transporte escolar. Por poneros un ejemplo. Un niño de tres años que use un transporte escolar en autobus no tiene obligación de ir en una silla especial para su edad. Y se sentará en la butaca del bus como un adulto, abrochándose simplemente el cinturón de seguridad. Y siempre que el autocar o microbús disponga de el. Sin embargo, si ese mismo niño viajará en un turismo, debería obligatoriamente ir en una silla de seguridad.

Actualmente existen dispositivos especiales para niños de corta edad, adaptables a las butacas de los autocares, que funcionan como sillas de seguridad. Pero estos dispositivos no son obligatorios. Ni tampoco están valorados en los concursos que licitan las diferentes administraciones públicas.

Autobuses con 16 años de antigüedad

Otro «problema» lo vemos en la actuación de la Junta de Castilla y León al integrar transporte escolar y transporte regular. De las 1500 rutas escolar, que existían en la comunidad, ha integrado junto con el transporte regular unas 1.000 aproximadamente. Hasta aquí no se aprecia problema alguno ¿verdad? Lo malo es que está unión significa que las líneas de transporte escolar integradas pueden usar autocares de hasta 16 años de antigüedad. Mientras que en las de transporte escolar no integradas esto NO sería posible. Ya que se puntúa de manera relevante la antigüedad del vehículo, siendo prácticamente imposible ganar la licitación con vehículos de más de 8 años de antigüedad. Y que no posean cinturones de seguridad.

Por último queremos poner el foco en las diferencias entre el escolar y el urbano. En esta ocasión pensemos en un niño de 11 años. El menor usa el minibus escolar sentado en su butaca, con cinturón de seguridad abrochado y un auxiliar de ruta. Esta persona velará por su seguridad al subir y bajar del autobus, así como por el correcto uso de los elementos de seguridad. Pero ese mismo niño, cuando vaya en un autobús urbano, podrá ir de pié y obviamente sin nadie que vigile o controle el uso de los distintos elementos de seguridad. Con la consiguiente merma en su seguridad.